Entrevista: Gabriel Carrillo de Icaza
- OGT

- 3 oct
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El pintor y artista visual Gabriel Carrillo de Icaza (México, 1978) nos abre las puertas de su estudio para compartir sus reflexiones en torno a la pintura, su proceso creativo, la formación profesional como pintor y su experiencia dentro del medio artístico.
A lo largo de la entrevista relata sus experiencias personales y profesionales, desde su primer acercamiento a la pintura hasta su paso por la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP-UNAM). Asimismo, enfatiza la importancia de construir un corpus pictórico como parte del quehacer artístico.
Uno de los ejes centrales de su práctica es el problema de la representación, explorado a través del género pictórico del paisaje, el cual confronta con otros modos de representación visual (fig.1). Para Gabriel, Paul Cézanne constituye un referente fundamental y un punto de inflexión en el desarrollo de su trabajo, ya que le permitió replantearse la pintura como si se tratase de un cubo Rubik en constante reconfiguración:
“Las vanguardias, cuando las volví a estudiar después de la carrera —Paul Klee, Malévich—, toda esa pintura que había estudiado de una manera completamente académica, de pronto cobró muchísimo sentido [...]. Empecé a hacer unos cuadros que eran como ramajes, hojas y luces que entraban y salían, completamente abstractos. Lo que trataba de hacer era crear tramas, espacios, retículas, direcciones y, a partir de eso, ir organizando [...]. Hay otra cosa en la pintura que es muy importante, que es un fundamento para mí: el problema de la representación, como un problema de filtros de entendimiento de la realidad. La pintura es muy compleja”.

Un motivo recurrente en su obra es el error o glitch —la falla del sistema informático en la imagen digital—. Al trasladar la “falla virtual” al campo pictórico, Gabriel lo resignifica y lo convierte en un recurso de abstracción plástica (fig.2). Del mismo modo, su paleta cromática, disonante y tímbrica, alude también a la interfaz digital (fig.3). Mientras que en la virtualidad el error es inadmisible, en la pintura se transforma en una cualidad compositiva que genera variabilidad, permitiendo múltiples posibilidades de significación.
El artista considera que la pintura debe mantener un diálogo con otros medios y lenguajes; por ello, en su proceso creativo integra el dibujo, el óleo, la fotografía, el collage y el diseño. Esta hibridación entre lo analógico y digital refleja, en cierto sentido, la condición híbrida de la cultura contemporánea, donde los límites entre lo físico y lo virtual se desdibujan constantemente. En su obra, las imágenes —como simplificaciones o abstracciones de la realidad — se contrastan con la materialidad pictórica, exponiendo así la tensión entre lo tangible y lo inmaterial, entre la naturaleza como espacio físico y lo virtual como ausencia.


Sus obras plantean distintas maneras de abordar los problemas visuales desde el pensamiento pictórico, generando tensiones entre diferentes modelos estéticos que van desde la abstracción hasta la representación del paisaje y el diseño digital. Esa dialéctica abre una lectura múltiple en la que convergen y se entrecruzan distintos principios formales de la pintura.
Aidee Anell Sol
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